Mediterráneo y Pirineos
Se llama ondinismo al placer sexual asociado al agua o a la orina y a las funciones urinarias, urolagnia a la excitación sexual producida por la visión de una persona orinando, y urofagia al deseo de beber orina.
Los padres deben facilitar esa tarea a los adolescentes; de lo contrario, no se satisfacerán las necesidades de esa etapa del desarrollo humano, lo que, en consecuencia, va a traer deficiencias que tarde o temprano se evidenciarán. Los consultorios de sicólogos y siquiatras están llenos de esos casos.
Cualquier cualidad, actitud o estrategia que lleves al extremo logrará un efecto opuesto al que persigues. Cualquier cosa que con moderación suponga una DAV, en su versión exagerada se transforma en una DEV. Y esto incluye cualquier principio de este manual. Si te vuelcas193, eres Beta.
Una vez desnudo, baila disfrutando de tu belleza. Libera las caderas, deja que la víbora kundalini despierte de su sopor y trepe columna vertebral arriba. Siente el fuego de su energía haciendo presa de ti, reventando en cada vértebra.
Cualquier género de pareja es un camino de sufrimiento, pero también de conocimiento. Nos enseña cómo vivimos nuestro planeta sensible. Nos ayuda a reconocer qué lo nutre. ¿Ha sido el sexo, la vanidad, el ego, el interés, lo que se ocultaba detrás de aquel sentimiento?
Si tuvieras cien dólares estadounidenses para pagarle a tu cónyuge por dialogar sobre uno o bien más de estos temas, pagando diez dólares la hora, ¿cuántas horas precisarías y podrías pagar con esos cien dólares estadounidenses y por cuáles temas pagarías? (El Aspecto Sexual, Los Hijos, Terceras Personas, Relación con el blog, otro)
¿Deseas que me defina sexualmente? Soy una mujer muy activa, apasionada y a la que le encanta gozar del sexo sin ponerse barreras. Dulce y lujuriosa. De esta manera soy .
Crear tensión: Las mujeres pueden tocar temas incómodos, mirarnos de mala manera, poner en duda nuestras capacidades o bien ponernos en patentiza con tal de crear un mal momento para ver como reaccionamos. Nuestra contestación habría de ser ignorarla o bien seguir haciendo lo que estábamos haciendo.
¡Pregúntame lo que sea! Pregúntame lo que sea le dijo Carlos Castaneda a uno de sus aprendices varones que se hallaba sentado al frente de él, mientras que esperaban que les sirvieran sus almuerzos en un pequeño restaurant de la ciudad de Los Ángeles.
Lo cómico de todo esto, fue que, sin ni siquiera haberse besado, él le afeitó su zona íntima, colocándola encima de la isla de la cocina y después con su jabón de ducha le limpió, a conciencia, la zona. Había algo mágico en todo eso.
