Para efectuar esta postura, la mujer debe ponerse sobre el hombre, dándole la espalda
Pude advertir una enorme recepción en el público femenino. Exactamente las mismas mujeres comprenden mejor lo que a ellas les pasa y lo que les pasa a estas supuestas Ninfómanas. En cambio, respecto a los hombres, hubo más resistencia en ciertos a creerlo.